Configurar servidor VPS vs. contratar un servicio cloud

Granja de servidores

Muchos usuarios particulares o empresas, por diversas causas, necesitan de un servidor propio para la actividad o proyectos que están desarrollando. El problema es que el hardware es caro, y muchas de las conexiones a Internet de las que disponen algunas pequeñas empresas y particulares están muy limitados y no podrían soportar el gran tráfico que soportan otros grandes servidores sin tener problemas o saturarse. Además, los servidores también necesitan de un mantenimiento y de administradores que los tengan siempre a punto.

Que el servidor esté siempre arriba y no se caiga es especialmente importante en este tipo de servicios en los que los tiempos de inactividad o las caídas de un servidor pueden resultar catastróficas, perdiendo momentáneamente el servicio que ofrece el servidor o perdiendo clientes que dependan de una buena salud de éste. Bien, dentro de las posibilidades, y con independencia de si el servidor es real o se trata de un servicio contratado a alguna compañía que ofrezca servicios en la nube, podemos contar con dos tipos de servidores: físicos o virtuales.

¿Qué es un VPS?

VPS

En el caso de ser virtual, nos topamos con los VPS (Virtual Private Server) o también llamados VDS (Virtual Dedicated Server). Esa tecnología ofrece grandes posibilidades y ventajas frente a un servidor físico, ya que permite dividir la capacidad de los recursos que ofrece el servidor físico para crear muchos pequeños servidores independientes que se reparten las capacidades disponibles. Dichos servidores pueden funcionar con distintos sistemas operativos, y de forma totalmente independiente, como si se tratase de diversos servidores físicos distintos.

Este método de particionar un servidor físico en varios servidores virtuales, no solo permite a cada una de las máquinas virtuales trabajar de forma independiente y con su propio sistema operativo, sino que además pueden reiniciarse o apagarse de forma independiente sin afectar al resto. Por tanto, resulta muy interesante desde el punto de vista de la administración y es perfecto para ofrecerlos como un servicio para clientes diversos. Lo cierto es que no es una técnica nueva, ya en mainframes se usaba este método para repartir los recursos, pero con las nuevas técnicas de virtualización ahora es mucho más fácil y potente.

Luego, cada uno de estos servidores puede utilizarse para diferentes fines. Desde un simple hosting para alojar tu plataforma web u ofrecer web apps a los clientes, hasta ser un servidor de descargas FTP desde donde poder descargar datos, implementar una base de datos, crear un servidor de archivos, DHCP, LDAP, etc., es decir, todas las posibilidades que se tienen con un servidor físico. Por tanto, las posibilidades que brinda la tecnología virtual no tienen tantas limitaciones como algunos piensan, y menos aún desde que han madurado tanto y se han creado extensiones y tecnologías para mejorar la virtualización que integran los modernos microprocesadores…

Crear tu propio servidor VPS vs contratar un servicio:

Aplicaciones en ubuntu

Es posible crear un servidor VPS propio, la ventaja es ser tú el propio administrador y tener el control total de todo el sistema. Las desventajas sin embargo pueden empañar esas virtudes. Básicamente nos podemos encontrar con dos: el ancho de banda de nuestra red, el coste. Comenzando por el primero, nuestras conexiones a la red domésticas están muy limitadas, y para el tráfico que tiene un usuario normal son más que suficientes, sobre todo si tenemos fibra o ADSL, pero para implementar un servidor con altas cargas de tráfico, podrían no ser suficiente.

Por otro lado está el precio. Siempre se puede optar por usar un equipo de sobremesa, portátil o SBC (como la Raspberry Pi o competencia) para crear un pequeño servidor, pero ese hardware puede no ser suficiente para algunas aplicaciones. Si se necesita un servidor decente, habrá que invertir algunos miles de euros en comprar un servidor, y si necesitas un servidor aún mayor, ve pensando en un desembolso desorbitado y grandes consumos de energía eléctrica, eso sin entrar en temas del espacio que necesitarás para alojarlo.

A pesar de los impedimentos, te enseñaremos los pasos básicos para que puedas construir tu propio servidor VPS en Ubuntu:

  1. Partiendo desde una instalación de Ubuntu (en cualquiera de sus sabores, derivados, o cualquier distro GNU/Linux) o Ubuntu Server. También sería necesario tener bien actualizada nuestra distro, y contar con una configuración de red y seguridad adecuadas.
  2. También necesitaremos tener instalado algún software de virtualización, como puede ser VirtulBox que es gratuito, o usar alguna de las versiones de VMWare de pago. Para que funcione correctamente deberás disponer de un microprocesador de Intel y AMD con soporte para tecnologías de virtualización como Intel-VT o AMD-V. Presta especial atención a los chips de Intel, ya que algunos no la soportan, mientras que en el caso de AMD, casi todos los modernos la incluyen…
  3. El siguiente movimiento es instalar el sistema operativo que queramos en la máquina virtual. Se puede instalar tanto otra distro Linux, como Windows, Mac, FreeBSD, ReactOS, Solaris o lo que necesitemos. Otra posibilidad es descargar imágenes de máquinas virtuales ya creadas…
  4. Una vez instalada, debes conocer la IP de tu máquina virtual. La IP nos servirá para la posterior conexión al sistema desde otra máquina remota. Apúntala porque será necesario para más tarde. También deberás hacer ping para comprobar que la mv tiene conexión a la red, de lo contrario tendrás que modificar su configuración de red para que sea la adecuada. Y si aun así tienes problemas, mira la configuración de los adaptadores de red que has creado en VirtualBox o VMWare al crear la MV.
  5. También puedes instalar el resto de software que necesites, como un servidor FTP, bases de datos, servidor web como Apache para crear un servicio web, PHP, etc., o todo en conjunto para tener un servidor LAMP (o de cualquier otro tipo).
  6. Conociendo los datos de la IP o del servicio FTP, web, etc., creado en el paso anterior, podrás acceder desde el navegador o consola de forma remota desde el anfitrión o desde cualquier otro dispositivo conectado a la red.
  7. Por último, aconsejarte que si quieres tener más de una máquina virtual para tener varios servidores diferentes, puedes crear más máquinas virtuales repitiendo los pasos. No olvides que no debes apagar el sistema, de lo contrario los servidores caerán.

En fin, como ves no es demasiado difícil, al menos el concepto, es algo complejo y largo, pero no es algo extremadamente complicado, aunque dependerá un poco del tipo de servidor que necesites.

Clouding.io y sus posibilidades

En conclusión, la opción más aceptable suele ser contratar algún servicio en la nube que nos ofrezca ya un servidor. Ellos se encargarán de la gestión, copias de seguridad y otros extras, además de ofrecer precios mucho más competitivos a los clientes. Existen muchas empresas que nos ofrecen este tipo de servicios en la red, una de ellas es clouding.io. Si accedes a la web, podrás ver que se puede seleccionar el servicio que deseas y más acorde a lo que necesitas.

Para ello puedes elegir entre la cantidad de cores virtuales que tendrá tu servidor Cloud VPS, desde 1 a 16, además de la memoria RAM disponible para tu máquina virtual, que puede ir desde 1GB hasta 32GB. También ofrecen la posibilidad de seleccionar la capacidad de los discos duros de estado sólido (SSD) desde unos GBs de capacidad hasta 1.9TB de capacidad. Eso deja precios de entre 10€ mensuales en cuanto al servicio más bajo, hasta algo más de 400€ para el servidor con mayor recursos.

Si haces cuentas, 10€ es algo insignificante, y permite tener un servidor pequeño con un buen ancho de banda para ciertas aplicaciones más sencillas. Y si necesitas algo más, podrías elegir el paquete más extremo por algo menos de 500€ como he dicho. Analizando los precios de los servidores, puedes dirigirte a webs como Dell, HP y otros fabricantes que tengan servidores en venta, y verás como un servidor de esas características podría costarte incluso más de 6000€ (a lo que hay que sumarle el consumo eléctrico, que no sería bajo teniendo en cuenta que funcionaría las 24h y 365d, y otros gastos como el pago a tu proveedor de Internet). Dividido entre 12 meses, superaría el precio que pagas por adquirir un servicio cloud.

En conclusión, este tipo de empresas se encargan de todo, te ofrecen otros servicios extra como backups de tus sistemas (triples en este caso), firewall, ancho de banda decente, seguridad, soporte técnico, y al adquirir grandes máquinas pero dividirlas en «parcelas» virtuales, te ofrecen un servidor a precios muy competentes, permitiéndote ahorrar en tiempos de crisis sin ningún tipo de restricción en cuanto al servicio prestado si se compara con un servidor físico real que puedas adquirir o montar.

No olvides dejar tus comentarios con las sugerencias o dudas que tengas, espero que el post te haya servido para hacer una elección más inteligente si estabas pensando en contratar alguno de estos servicios o si necesitabas implementar tu propio servidor…


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