Cuando empecé con Ubuntu, allá por 2006 como máquina virtual y en 2007 ya como nativo, de lo primero que hice fue editar audio. Empecé con Ardour, pero cada vez tenía que instalar más cosas. Mi «compañero de delitos» de aquel momento (un saludo, Joaquin) me habló por 2008 de Ubuntu Studio, una versión del sistema desarrollado por Canonical que incluye en su instalación todo lo necesario para editar audio y vídeo. No sé desde cuándo es parte del equipo de Mark Shuttleworth, pero sí sé que Ubuntu Studio seguirá siendo sabor oficial, por lo menos de momento.
Así lo han publicado en su web oficial, donde nos dicen que han conseguido el permiso y derecho de subir sus paquetes como hasta ahora. En su nota informativa, publicada el día 13 de marzo, agradecen a la comunidad su apoyo en este tiempo incierto, así como a la Ubuntu Developer Membership Board por aprobar las aplicaciones de Erich y Ross. Lo que pasa al leer esta alegría en las palabras del equipo de Ubuntu Studio es que nos queda la sensación de que los sabores oficiales de Ubuntu bajarán a 7 en un futuro no demasiado lejano.
Ubuntu Studio: la versión perfecta para la edición de vídeo y audio
Personalmente, creo que esta versión de Ubuntu está destinada a desaparecer como sabor oficial, es decir, como imagen ISO que se ofrece desde la web Ubuntu Flavors. CREO que más pronto que tarde la dejarán como un paquete que se pueda instalar desde el Centro de Software como si de un entorno gráfico se tratara. Pero mientras escribo esto último recuerdo todo el software que incluía allá por 2008 cuando lo instalé en mi viejo PC, por lo que la cosa no está nada clara. Si pienso en esta posibilidad es por la alegría demostrada por sus desarrolladores en su nota informativa.
¿Qué prefieres? ¿Crees que Ubuntu Studio tiene cabida como sabor oficial o que está destinado a desaparecer/dejar de ser oficial?
Ubuntu Studio es de los más antiguos spins de Ubuntu que existen, sólo superada por Kubuntu y Xubuntu respectivamente. Distribución derivada que ésta es la hora y no entiendo cómo es posible que siga a flote después de casi cumplir 12 años funcionando, entendiendo que es de carácter especializada y, por ende, su grupo de usuarios también lo es, restringiendo en gran medida su uso general y así mismo las donaciones.
Personalmente nunca la usé pero tengo muy buenas referencias de quienes sí lo han hecho. Como todo software el asunto es dinero si pretende sobrevivir, pues usuarios filántropos que lo hagan no lo veo. No tengo memoria de otra distribución con las mismas características especializadas que ofrece y eso la haría única en su género.
Su existencia no le hace mal a nadie y espero que Canonical no le vaya a dar la espalda. Si ellos pueden seguir sobreviviendo, pues que así sea.