Se acerca el lanzamiento de la versión estable de la última entrega de 2023 del kernel de Linux. Así lo será si no hay ningún obstáculo que sortear en las dos próximas semanas, ya que, tras una rc5 sin «nada especialmente aterrador», Linus Torvalds ha lanzado hace unas horas Linux 6.7-rc6 y «nada destaca realmente». Todo puede cambiar en cualquier momento, pero esto es lo que tenemos hasta este punto del desarrollo.
Sí hay algunas cosas dignas de mención, como que se ha eliminado algo de código de depuración antiguo, tanto que tenía ya 15 años. Y es que hay que avanzar sin mirar mucho atrás, y si no que se lo digan a Debian que ya se está planteando eliminar el soporte para la arquitectura i386, aunque eso es otra historia que merecería su artículo dedicado.
Linux 6.7 llegará el último día de 2023
Hmm. Nada destaca realmente en este rc, lo cual es bueno. El diffstat parece en su mayoría agradable y plana (que tiende a ser sólo un signo de «pequeños cambios repartidos»), con la excepción de un par de controladores al azar que acaba de tener un poco más de agitación que otros (mellanox y intel iavf controlador ethernet).
La otra cosa que se destaca en el diffstat (aunque mucho menos), es la eliminación de algún código de depuración de legado que se remonta a las credenciales de copia en escritura que se introdujeron en 2008, y que luego nos hizo introducir algún código de auto-comprobación para ese cambio. Creo que podemos dejarlo estar, ya que ese modelo de credenciales de copia en escritura ha existido durante 15 años y probablemente nunca ha encontrado nada (el informe que lo causó está tristemente perdido en las brumas del tiempo y la desaparición de kerneloops.org). En noticias relacionadas, aparentemente nadie es tan tonto como para habilitar ese código de todos modos.
Hasta este Linux 6.7-rc6 podríamos decir aquello de «todo eran risas hasta que…» si la semana que viene o la siguiente aparece algún problema que se tiene que solucionar. Si no lo hace, habrá sido un desarrollo sin noticias, de los más tranquilos que se recuerdan, lo que no es malo. Que haya noticias sólo sirve para rellenar artículos como este, y lo mejor es que todo avance como se avanza haciendo encaje de bolillos. Y justamente lo peor es que un fallo también se parezca a lo que pasa al hacer bolillos, que se lo pregunten a mi señora madre y a algunas compañeras suyas: si se comete un fallo, deshacerlo/arreglarlo es complicado.
Linux 6.7 estable llegará el día 31 de diciembre si todo va como hasta ahora. Si hay algún problema, que no se puede descartar por las fechas en las que estamos y más en las que vamos a entrar, el aterrizaje se podría retrasar hasta el 8 de enero.
Como siempre, recordar que los usuarios de Ubuntu que quieran instalarlo llegado el momento tendrán que hacerlo por su cuenta, por lo que en este punto solemos recomendar la herramienta Mainline Kernels y comentar que tampoco pasa nada si nos quedamos en el kernel que nos ofrece Canonical.